La fiesta latina

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El pasado sábado salí de nuevo «de marcha» por segunda vez, esta vez a una fiesta latina (aunque me dijeron que era una «fiesta española») que se celebraba en la ciudad de Essen (la misma ciudad en la que asistí a la primera reunión de CouchSurfing/Meetup), a la cual me invitó a ir Sara, la chica de Serbia que conocí días antes. Antes de la fiesta estuvimos en el piso de un chico francés llamado François (también usuario habitual del couchSurfing), el cual lo compartía con otras 4 personas (todas alemanas) y que amablemente me abrieron su casa para poder pasar un rato agradable charlando y bebiendo (ellos cerveza como no puede ser de otra forma y yo cocacola, claro está).

Después de eso, los compañeros de piso de François se fueron a un concierto de Death-Metal (al cual no es que me apeteciera demasiado asistir) y me fui a la fiesta española junto con Sara, François y un amigo suyo francés del cual no recuerdo su nombre (espero que sepa perdonarme). Una vez dentro, el ambiente era bastante bueno, con muchísima gente bailando salsa o similar (algunos más intentándolo que otra cosa) y en general disfrutando de la fiesta. Obviamente, al ser una fiesta «española», había bastantes sudamericanos, pero sobre todo, estaba lleno de guiris (rubi@s con los ojos azules), hasta que me di cuenta de que no eran guiris, allí el único guiri que había era yo.

El sistema para pagar era bastante curioso, al entrar te daban una tarjeta, en la cual venían muchos precios indicados (como si fuera un cartón del bingo) y cada vez que pedías algo te tachaban el precio correspondiente, para que al salir, entregando la tarjeta abonaras las consumiciones que te hubieras tomado. Los precios de las cosas la verdad es que eran bastante normales, 2,5 € por bebidas sin alcohol (cocacola, zumos y demás) y 3,5 € / 4 € para las bebidas alcohólicas (dependiendo de cual), para que luego digan que Alemania es cara (en Sevilla te suelen cobrar más, a no ser que estés en un garito de mala muerte).

Finalmente, tras unas cuantas horas de fiesta, me volví a casa a dormir, con la satisfacción del deber cumplido.