El gimnasio

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Como ya ha pasado un mes desde que estoy aquí, ya va siendo hora de integrarme un poco más en esta sociedad, así que me he apuntado al gimnasio, además así también hago deporte y no me oxido tanto.

El gimnasio elegido ha sido McFeet, por varias razones:

  • Está muy bien montado, con muchísimas máquinas de pesas, divididas por áreas, zonas de cardio, zonas de pesas, zonas de máquina avanzadas, etc. Todo muy moderno y cuidado, distribuido en dos plantas enormes, haciendo un total de unos 2000-2500 metros cuadrados.
  • Tiene entrenadores personales que te ayudan con las máquinas para indicarte la forma correcta de utilizarlas, te ayudan a hacerte un plan de entrenamiento específico, te hacen seguimientos para ver tu evolución y son capaces de hablarte en inglés.
  • Se encuentra ubicado justo de camino de mi trabajo a mi casa, por lo que no tengo que perder ni un solo minuto en desplazarme hasta el gimnasio, ya que paso por al lado todos los días
  • Tan solo cuesta 19,95€ al mes. Creo que es bastante barato teniendo en cuenta la calidad y los servicios que ofrece. En España, al menos en mi zona, un gimnasio de similares características te puede costar 30€ al mes fácilmente.
  • Con mi tarjeta de identificación puedo hacer uso, no solo del gimnasio que se encuentra de camino a mi casa, si no de cualquiera perteneciente a la cadena (tiene muchísimos), y lo que es más increíble, tiene gimnasios en España, es más, tiene uno muy cerca de mi antigua casa, por lo que si voy de vacaciones, podré seguir utilizándolo.

Así que una vez decidido, fui al gimnasio a apuntarme. Por fortuna, me atendieron en inglés y me asistieron en el proceso para darme de alta, que se realizaba en un terminal que tienen justo a la entrada. Tuve que poner mis datos personales, dirección, etc y finalmente los datos bancarios, los cuales se pueden sacar directamente de la tarjeta de crédito de Sparkasse (no es necesario ningún papel más). Una vez completado el proceso, tuve que firmar un par de papeles y al momento me dieron mi tarjeta de socio con mi nombre y mi número de identificación, sin la cual es imposible entrar al gimnasio, ya que tiene un sistema de entrada igual al de los metros, pasas la tarjeta y el torno te permite entrar, sin tarjeta no hay endorfinas.

Al día siguiente fui a probar mi primera sesión de entrenamiento, para la cual me echó una mano uno de los entrenadores personales que hay disponibles en el gimnasio, el cual me indicó unas cuantas máquinas que podría usar y como hacerlo, hasta que tuviéramos una sesión de entrenamiento «de verdad», la cual haría él conmigo, pero para la que hacía falta pedir cita.

Mi impresión en los dos días que he ido es muy buena. No está sobrecargado de gente, pero tiene muchísimos usuarios. Hay muchas máquinas y siempre tienes disponibles, no es necesario esperar prácticamente nunca. Los entrenadores te ayudan si ven que estás haciendo algo mal y puedes concertar citas con ellos para entrenamientos personales. Las instalaciones son muy modernas y están cuidadas y limpias. Puedes llevar tus propias bebidas o comprarlas allí mismo.

Mañana tengo mi sesión de entrenamiento personal, veremos como acabo, probablemente me dolerán músculos que ni tan siquiera sabía que tenía.