Seguro que casi todos los que vivís aquí habréis oído hablar del famoso impuesto de la tele, ya que de una forma u otra lo tendréis que sufrir (además de un modo doloroso; no me abandonéis billetes míos). Para el que no lo sepa, se trata de un impuesto revolucionario que el estado alemán cobra a cada vivienda que se sitúa en su territorio, de forma que puede subvencionar parte de los gastos que conlleva mantener los diversos canales de televisión y radio públicos del país. ¿Entonces si vivo en…