La llegada

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Después de tres días de viaje, te alegras aunque llegaras a un establo; afortunadamente no es mi caso. La vivienda que he alquilado forma parte de una urbanización residencial de adosados y chalets que se encuentra en una especie de pedanía llamada Aldekerk, que pertenece al pequeño pueblo de Kerken. El entorno es bastante espectacular (para el que le guste el campo y la naturaleza); estoy rodeado «de verde», campos de cultivo, árboles, casitas con jardín, preciosas granjas, etc. Me está gustando tanto el entorno que me estoy planteando seriamente la posibilidad de no considerar esta casa como algo muy temporal sino como algo a más largo plazo, a no ser que pueda localizar algo similar situado a menos distancia de mi trabajo.

Como cualquier llegada a un sitio lejano, ha sido extraña, presentación a la casera, intento de comunicación en inglés un tanto frustrante (habla menos inglés del que esperaba, pero mucho más que la media española), ubicación de todas las pertenencias donde buenamente me ha parecido (es decir, todo apilado en una esquina), y reconocimiento del lugar por parte de Puck, que al fin y al cabo es el que da el visto bueno. Y tras el shock inicial, relax en el estupendo sofá cama que tiene el enorme salón y a disfrutar de la última cena estilo español por un buen tiempo (bocadillo de jamón serrano).

En los alrededores de la casa dispongo de un gran supermercado de la cadena Edeka que en «categoría» podríamos ubicar un poco por encima del Hipercor, y cuya primera experiencia comprando os pondré en otra entrada. Está tan cerca de la casa que casi podría ir andando (unos 10-15 min máximo), pero como Puck no aguanta todo el camino con las alforjas cargadas hasta los topes de patatas y Coca-Cola, de momento voy en coche.

El pueblo de Kerken también lo tengo muy cerca, justo detrás de la urbanización, por lo que también es posible ir andando para comer algo en algún restaurante (que también tiene). Para pasear, hay un carril bici/peatón que va desde la urbanización hasta el pueblo de al lado. De momento parece que tengo todo lo que necesito; quizás con el tiempo me surjan nuevas necesidades, pero ahora mismo las tengo todas cubiertas.