La conducción

Tiempo de lectura: 4 minutos - Publicado por en Costumbres

Supongamos que has decidido traer tu coche a Alemania, matricularlo en la ciudad donde vives y incluso ponerle los neumáticos de invierno cuando toca, así que ya no te queda nada importante por saber con respecto el coche… salvo conocer las pequeñas diferencias que te encontrarás al conducir por Alemania. No son muchas cosas, algunas de las cuales además bastante intrascendentes cuando las conoces, pero otras te pueden suponer un buen disgusto si no las tienes en cuenta, así que.. ¡ahí vamos!

  • Los alemanes ceden el paso, es decir, si ven que en el carril de al lado hay un coche con el intermitente puesto para pasar, por norma general no acelerarán para pasar antes, si no que incluso frenarán para que el vehículo de al lado se incorpore.
  • Los semáforos cuando van a cambiar del verde al rojo lo hacen como en España, pasando por el ámbar, pero para pasar del rojo al verde, lo hacen de forma diferente. Con la luz roja aun encendida, se encenderá la luz ámbar simultáneamente durante unos segundos, para a continuación apagarse las dos y encenderse la verde. Parece una tontería, pero el  «avisar» cuando va a cambiar al verde evita que estés ya acelerando cuando intuyas que vas a poder arrancar.
  • En las autopistas de Alemania no existe límite de velocidad por defecto. Obviamente en muchos tramos colocan señales fijas o móviles con un límite de velocidad, el cual deberás respetar, pero en caso de encontrar la señal de fin de prohibición puedes acelerar tanto como quieras.
  • Los alemanes en las autopistas conducen muy rápido, pero no suelen desesperarse y empezar a hacer luces largas y gesticular amargamente cuando encuentran un coche que circula más lento y les obliga a aflojar la marcha. Eso no significa que interiormente no se estén acordando de toda la familia del conductor del coche que les precede, sobre todo de su santa madre. En determinadas ocasiones, además (como apunta Demetrio), se pegarán tanto a tu coche que creerás que están sentados en el asiento de atrás.
  • Se suelen montar atascos monumentales en las autopistas a las horas clave (entrada y salida del trabajo), momentos en los cuales suelen activar unos semáforos especiales en las entradas. Por especiales me refiero a que solo se ponen en verde durante unos segundos, tiempo suficiente para que pueda entrar un solo coche en la autopista cada vez.
  • Cuando un carril permite girar hacia un lado, generalmente suelen añadir un pequeño tramo de carretera para un carril adicional que permita hacer dicho giro, lo cual es bastante cómodo.
  • Supongamos que estamos circulando por una carretera, llegamos a un semáforo y queremos girar a la izquierda. Nos situamos en el carril adicional que han preparado para este giro y esperamos pacientemente a que el semáforo nos indique que podemos hacerlo. Vemos que en el sentido opuesto de la marcha, un coche que quiere continuar recto se encuentra parado por su semáforo. Nuestro semáforo se pone en verde así que iniciamos el giro (si el nuestro está en verde seguro que el del coche de enfrente está todavía rojo), y con sorpresa nos encontramos que el coche que estaba parado se acerca peligrosamente hacia nosotros. ¿Que ha pasado? ¿se ha saltado el semáforo? ¿nos lo hemos saltado nosotros? No, ni una cosa ni la otra, simplemente los dos semáforos se han puesto a la vez en verde (en España se habrían puesto en ámbar avisando del peligro inminente)  ¿Que es lo que hay que hacer? pues hay que pararse en mitad del cruce (a veces hay una marca en el suelo) y esperar que el coche que viene de frente pase (tiene prioridad) para poder hacerlo nosotros y terminar el giro. Este punto es especialmente importante por el peligro que puede suponer no saberlo. Tenerlo en cuenta.
  • Aquí no hay tantas gasolineras como en España, yo he llegado a estar esperando una durante 55 km, todo el rato por autopista, pensando que era imposible que el coche me aguantara un kilómetro más (tiene para 38 km la reserva). Este punto es también delicado.
  • Muchas gasolineras no son 24 horas, tienen un horario. Si lo unimos al punto anterior os podéis dar cuenta de que en el tema de la gasolina hay que ser previsores, tened siempre el depósito con suficiente gasolina para cualquier desplazamiento que estéis haciendo o podáis hacer.
  • El precio de la gasolina varía muchísimo, no tan solo entre gasolineras, me refiero a que cambian los precios cada día, incluso en muchas de ellas, varias veces al día. Aquí si que parece haber una competencia real.
  • El tranvía circula por el mismo carril por el que circulan los coches (al menos en mi ciudad), por lo que deberemos tener cuidado de no entorpecerlo demasiado y de que no nos arañe la carrocería. Esto también deriva en que tendremos que pisar los railes del tranvía, lo cual, en invierno, no es muy agradable.
  • Cuando aparques tu coche en alguna calle debes tener en cuenta que debes hacerlo en el lado correspondiente a tu sentido de la circulación o te podrán poner una bonita receta de recuerdo.
  • En muchas carreteras tienen instalados radares de control de velocidad, pero no los avisan con ningún tipo de señal. Estos radares están mirando hacía ti de frente, no como en España que están mirando hacía ti una vez que los sobrepasas. Si algún día circulas y de repente ves un flash rojo que te ha iluminado la cara, significa que te han hecho una foto y te llegará un recuerdo de dicho maravilloso momento en un breve periodo de tiempo.

Creo que con estas notas ya podréis circular con conocimiento de causa. Y como dice la canción… ¡atención, amigo conductor!