La visita a Amsterdam

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El pasado Jueves, aprovechando que tenía visita en casa, fuimos a Amsterdam, a hacer un poco de turismo, ya que por fortuna, se encuentra a tan solo 2 horas en coche de donde vivo (y Holanda a tan solo 20 minutos). Así que tras una travesía de lo más corriente, llegamos a la famosa ciudad para comprobar su encanto. Lo primero que nos llamó la atención fue que al acercarnos a la zona que queríamos visitar (centro y cercanías), todo el aparcamiento era zona azul, además bastante caro, entorno a los 3-5 euros la hora. ¿Soluciones?

  • Pasar de todo y aparcar donde queráis sin pagar nada. Esta opción (nada recomendable) solo podéis hacerla si vuestro coche tiene matrícula española y confiáis en que si os llegan a ver y multar, la multa nunca llegue a España.
  • Aparcar alejados del centro (muy alejados), en una zona que no sea azul y trasladaros al centro como podáis.
  • Aparcar en un «Park+Ride», que son unas zonas específicas donde dejar el coche, pagar 6€ (por todo el día) y trasladaros al centro en transporte público (incluido en el precio). Esta es la opción más recomendable. Podéis recuperar más información al respecto aquí.
  • Reservar aparcamiento con Parclick. Si no queréis arriesgaros a que haya o no haya sitio para aparcar vuestro preciado coche o simplemente os atrae más la idea de tenerlo en un parking tradicional, siempre podéis reservar directamente la plaza con anterioridad a vuestra visita. Como ventajas tiene todas las asociadas a un parking privado (vigilancia, seguridad, etc) así como el hecho de tener la plaza asegurada y no depender de la suerte. Como desventaja, el precio es algo superior a la opción «Park+Ride» pero inferior a si lo aparcamos en zona azul. Opción recomendada si no os gusta el riesgo. Para más información al respecto hacer click aquí.

Tras superar el trauma de aparcar el coche en un «robo-park» callejero, nos dirigimos a un mercadillo de los muchos que hay disponibles en la ciudad, y que abren todos los días de lunes a sábado. El elegido fue el DapperMarkt, en el cual podemos encontrar multitud de puestos de ropa (como los que ponen en las ciudades Españolas, los gitanos de toda la vida vamos), pero además, también una gran cantidad de puestos de comida y productos típicos de la tierra. No podéis iros sin probar los famosos bocadillos de arenque, muy baratos (1,5 € cada uno) y muy ricos. También se pueden encontrar varios puestos de pescado frito (nosotros probamos los mejillones rebozados y fritos y algún pescado que no logramos identificar, creemos que era merluza), dulces (son muy típicos tanto en Holanda como en Alemania unos dulces redondos, con azúcar por fuera y rellenos de fresa por dentro), frutas, verduras, etc.

Después de visitar este mercadillo, que no está situado en el centro, nos dirigimos camino de la Dam Platz (Plaza Dam), pero antes paramos en otro mercadillo mas turístico que el anterior, con muchos puestos de recuerdos de Amsterdam. LLegados a la plaza, tras pagar de nuevo el impuesto revolucionario del coche, disfrutamos de la Plaza Dam y su ambiente, totalmente plagado de gente haciendo fotos y dirigiéndose en manada hacia los Coffee Shops y al Red Light District (Barrio Rojo), es decir, hacia el principal reclamo de la ciudad, las legalizadas drogas y prostitutas.

¿Sigue siendo legal tomar drogas en Amsterdam?  Mucha gente se hace esta pregunta, ya que todos hemos oído que habían cambiado las leyes al respecto, al menos en cuanto a los extranjeros se refiere, así  que …. ¿cual es la realidad? Haciendo un poco de historia, el consumo de drogas en Holanda es legal gracias a la famosa «Ley del Opio» que se aprobó en 1976 y según la cual se permitía la venta de Cannabis en unos establecimientos especiales, llamados «Coffee Shops» (y únicamente aquí), pretendiendo de esta forma separar dicha droga de las llamadas drogas duras, como la cocaina y heroina, las cuales están prohibidas como en España. Por lo tanto, según esta ley, es legal la posesión de Marihuana y Hachís, así como su venta y consumo en los Coffee Shops.

En 2011 empieza a cambiar el panorama, y se decide que la venta y consumo de drogas blandas en Coffe Shops se limitará a los residentes en holanda, cuya ley entra en vigor en 2013. Para ello se cambia la categoría de los Coffe Shop, que pasan a ser clubs privados, con un máximo de 2000 socios, los cuales, deben ser residentes; de esta forma se pretende desligar el turismo del consumo de drogas. Según esto ya no sería legal consumir drogas en Holanda por los extranjeros, pero con posterioridad a esta ley, el alcalde de Amsterdam comunicó que en su ciudad, a pesar de todo, se seguirá tolerando la venta y consumo de drogas a todas las personas que les interesen, ya sean residentes o turistas, cosa que comprobamos en persona, ya que entramos en uno de los famosos Coffe Shops y no nos pusieron pega alguna a la hora de comprar un cigarro de Marihuana y fumarlo allí mismo. Os diría que estaba estupendo o que estaba malísimo, pero como no lo probé, no tengo información al respecto.

Así que tras darle un repaso al 50% del atractivo de Amsterdam (las drogas), nos dirigimos a comprobar el otro 50%, por lo que caminamos hasta el famoso Barrio Rojo. Allí pudimos encontrar los famosos escaparates donde las prostitutas exhiben sus «encantos» para todo aquel que le interese pagar por ellos. Aunque se llame Barrio Rojo, en realidad es una calle (llamada Warmoestraat), que discurre a lo largo de uno de los múltiples canales que posee la ciudad, y en la cual podemos encontrar tanto casas de prostitutas, como sexshops, como casas de vecinos «normales» que son ajenos a todo este negocio. La costumbre de las prostitutas de mostrarse en una vitrina como si de mercancía o de ganado se tratase, se remonta al siglo XVII, donde ya era habitual, aunque no es hasta 1911 cuando se hace legal la práctica de la prostitución, aunque muy controlado por parte del estado. Los burdeles se mantuvieron prohibidos hasta el año 2000.

¿Y como funciona «el negocio» de las vitrinas con prostitutas? Bien, las casas situadas en este barrio que poseen vitrinas legalizadas por el estado para ejercer este trabajo no son propiedad de «las trabajadoras», pertenecen a empresas independientes, las cuales alquilan su uso a las prostitutas por unos 40-120€ por turno de trabajo (entre 8 y 12 horas). Así que en Holanda las ven como «mujeres emprendedoras» que ejercen su actividad de forma voluntaria y autónoma, sin rendir cuentas a nadie (o al menos eso es lo que se pretende).

¿Y que se más puede ver por aquí? Bien, muchas cosas, pero os haré una lista de sitios recomendables para visitar:

  • Mercados callejeros. Tenéis multitud, desde el primero que visité, el DapperMarkt, pasando por el mercado de las flore (Bloemenmarkt), mercados de antiguedades, etc. Aquí podéis leer al respecto.
  • VoldelPark. Un parque muy grande y muy bonito. Ideal para dar un paseo y respirar tranquilidad.
  • Museos. Tenemos muchos y muy interesantes, como el de la Segunda Guerra Mundial, el de Van Gogh, etc. Más información aquí.
  • Plaza Dam. Es el centro del centro. Punto de partida para la visita Amsterdam, aunque en sí misma, la plaza también es digna de ver.
  • Barrio Rojo. No podéis visitar Amsterdam y no visitar esta calle, aunque tampoco sea nada especial.
  • Coffee Shops. Tenéis un montón a lo largo de la ciudad, entrar y tomar algo (aunque sea un café).

Finalmente, tras pasear por el centro de la ciudad y meternos en el ambiente y bullicio de la zona, nos subimos al coche para volver a casa muy contentos con la visita y deseando volver de nuevo lo más pronto posible. Visita MUY recomendable (aunque no pretendáis hacer nada que sea ilegal en España).