Las descargas

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Como muchos sabréis, las descargas de música o películas o cualquier tipo de contenido con propiedad intelectual está bastante arraigado en España. ¿Que diferencias existen en este aspecto con respecto a Alemania?

Bien, la primera diferencia, es que en España tenemos la sensación de que realmente «no pasa nada» por conectarnos al eMule o al bitTorrent y descargarnos cualquier cosa, ya que realmente es así; pero aquí en Alemania, SI pasa. Existen instituciones que se dedican a «velar» por los derechos de autor (es decir, están al acecho para ver si pueden pillar cacho) y se dedican a tracear las IPS de las personas que usan servicios «Peer to Peer» (es decir, eMule o bitTorrent o similar) para finalmente, tras solicitar los datos al ISP (tu proveedor de servicios de Internet) correspondiente, enviar una cartita del juzgado reclamando la nada despreciable cantidad de unos 950 €, de los cuales 450€ son en concepto de indemnización al/los propietario(s) intelectual(es) de la descarga y 500€ para pagar los abogados implicados en el proceso (obviamente esta es su verdadera motivación).

La legislación alemana obliga a los ISP a proporcionar los datos de las personas que se encuentran tras una IP en proceso de denuncia. Una vez dicho esto podríamos entrar en el debate sobre la privacidad etc. pero tened en cuenta que cuando usamos un servicio de intercambio del tipo «Peer to Peer» estamos publicando nuestra dirección IP, ya que el resto de clientes de la red necesitan saberla para poder hacer la conexión directa, por lo que esta información realmente la estamos proporcionando nosotros mismos a todo Internet.

¿Y que ocurre con el último cambio de legislación española? Según la ley SINDE, de aplicación en España, no se puede perseguir y aun menos penalizar, a aquellos usuarios privados que se descarguen contenido protegido con derechos de autor, ya que solo prevee penalizaciones contra las páginas webs que faciliten estos enlaces o descargas.

¿La solución? sencilla, no uséis los servicios de intercambio «Peer to Peer» en Alemania y os ahorrareis más de un dolor de cabeza.