La visita a Aachen

Tiempo de lectura: 3 minutos - Publicado por en lugares

Siguiendo con mi ruta de ciudades interesantes por la zona, hace una semana visité Aachen. La verdad es que la ciudad no me gustó demasiado, no tenía nada especial que destacar, salvo el hecho de que a cada paso podías encontrarte una nueva iglesia y que el ambiente universitario era bastante pronunciado, ya que aquí se puede encontrar una de las mejores universidades de la zona. En general me pareció una ciudad bastante triste y oscura, a lo que tampoco ayudó el día gris y nublado que hacía.

Como se puede observar en el mapa de google (quien lo haya abierto), está muy cerca de la frontera alemana con Bélgica y Holanda, por lo que si no sabéis a que país de los tres iros a vivir, esta ciudad puede ser una buena elección, !justo en todo el centro!

En cuanto a tamaño no es ni muy grande ni chica (un cuarto de millón de habitantes), lo que la sitúa muy por debajo de Köln (más de un millón), de Dusseldorf (más de 600 mil), pero un poco por encima de Krefeld (240 mil).

Aunque yo no tuve la fortuna de disfrutarlo, dicen que esta ciudad es famosa por sus aguas termales (tiene más de 30 manantiales), que ya eran conocidos y aprovechados desde el tiempo de los romanos, los cuales construyeron termas en esta ciudad para hacer uso de las propiedades curativas que creían que tenían sus aguas y dándole a la ciudad el nombre de Aquisgranum (en latín), en honor del Dios Granum, el cual tenía la capacidad de sanar a las personas. Siguiendo con las clases de historia, en esta ciudad el famoso Carlomagno instaló su gobierno y vivió aquí en el palacio que se hizo construir hasta el día de su muerte.

Los lugares más emblemáticos de la ciudad si os da por visitarla:

  • La catedral de Aachen. Fue el primer monumento alemán en ser declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco y comenzó a construirse bajo las ordenes de Carlomagno (bien amado por estas tierras) en el año 786, aunque no sería consagrada hasta el 805. Dentro de la catedral se conservan tesoros dignos de verse, como el (supuesto) trono de Carlomagno, el candelero de Federico Barbarroja o el púlpito donado por Enrique II entre otros.
  • El ayuntamiento de Aachen (Rathaus). Está situado en la Markplatz, donde se encuentra una bonita fuente coronada con una escultura de bronce de Carlomagno.
  • La Fuente de Santa Isabel (Elisenbrunnen). Fue prácticamente destruida en la segunda guerra mundial (como casi todo aquí), pero se reconstruyó en 1950, dejándola tal y como se puede ver ahora, en un magnífico estado.
  • La universidad de Aachen (Rheinisch-Westfälische Technische Hochschule Aachen). Es una de las universidades técnicas más prestigiosas de todo el país y sus instalaciones ocupan una gran parte de la ciudad, para poder albergar a los más de 40.000 estudiantes que tiene.

 

En mi visita me limité a pasear por el centro histórico, disfrutar de las calles y hacer fotos a algunas zonas pintorescas. Mi recomendación: si pasáis cerca podéis echarle un vistazo, pero venir expresamente, lo veo bastante prescindible.