La boda (Hochzeit). Casarse en Alemania

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Antes de que alguno se asuste, no, no me he casado, sigo tan soltero como cuando vine al mundo, pero eso no quita que os hable de los trámites que hay que sortear si a diferencia de mi, vais a pasar por el altar estando aquí en tierras alemanas…. (bueno, aún no pierdo la esperanza)

Aunque no es precisamente el punto más complicado de contraer matrimonio, la parte burocrática es cuanto menos extensa y requerirá de toda vuestra paciencia y energía para poder sortear los innumerables problemas que pueden surgir por el camino. Pero ánimo, esto no es ni más ni menos que la primera prueba de que vuestra elección es acertada y que estáis hechos el uno para el otro.

Los pasos previos

El primer paso, indispensable para poder casaros, es encontrar con quien. Esto es sencillamente fundamental y no resulta nada fácil… Una vez encontrado a alguien tan tont… enamorado/enamorada como para querer ir de nuestra mano al altar, deberemos tener muy en cuenta su nacionalidad, ya que dependiendo de ello los trámites pueden variar y mucho. Por ejemplo, en caso de que el contrayente tenga alguna de las nacionalidades que han firmado la Comisión Internacional del Estado Civil (CIEC), los documentos que tengan que aportar no será necesario que sean traducidos ni apostillados, ya que se emiten de forma internacional (también llamado plurilingüe), siendo válidos en todos los países firmantes y simplificando sobremanera todo este asunto.

Por si no sois españoles y no sabéis exactamente si vuestro país pertenece al CIEC o no, os indico la lista de sus miembros: Bélgica, España, Francia, Grecia, Luxemburgo, México, Países Bajos, Polonia, Suiza, Turquía, Croacia y Hungría.  Además, tenemos una lista de países «observadores», que son: Chipre, Lituania, Moldavia, Perú, Rumanía, Rusia, Vaticano, Eslovenia y Suecia.

Eligiendo donde casarse

Aunque en las distintas páginas webs de los consulados españoles indique que para casarse en el consulado basta con que alguno de los miembros sea Español, la realidad es que en algunos de ellos se negarán si ambas partes no son españolas, por lo que recomiendo proceder con una boda civil alemana, que además resultará más sencilla que una por la embajada.

Preparando el evento

Ahora que ya lo tenemos decidido y estamos mentalizados de lo que nos aguarda, es momento de presentarnos en el Standesamt correspondiente a nuestra ciudad para hacerles llegar nuestras intenciones. Generalmente no hará falta cita previa, simplemente nos personamos allí en su horario de apertura y el funcionario de turno nos hará entrega de un papel donde se indica todo lo que necesitamos para poder casarnos; incluso indicará que necesitamos un interprete si estima que nuestro alemán no es suficiente como para saber que es lo que estamos realmente haciendo.

Certificando dónde, cuándo, cómo y porqué hemos nacido 

Para poder casarnos nos hará falta demostrar que hemos nacido y no solo eso, también tendremos que demostrar donde lo hemos hecho. Para este fin existe el Certificado de Nacimiento, aunque con dos variantes, la «Literal» (que es el que usaríamos si nos casáramos en España y usaremos en el siguiente punto) y la «Internacional o Plurilingüe» (que entregaréis a los organismos alemanes). Si se cuenta con firma digital se podrán descargar directamente a través de la página web del Ministerio de Justicia, pero en caso de no tenerla es posible solicitar que ambos documentos se envíen por correo postal ordinario, y en principio no debería haber problema en poner una dirección Alemana.

En el caso de que nuestra pareja no sea española, pero su país de origen pertenezca al CIEC, deberá conseguir igualmente su Certificado de Nacimiento Plurilingüe. Si proviene de un país que no pertenece al CIEC, entonces deberá realizar una traducción jurada al alemán y apostillar el documento.

Visitando el consulado

Ahora que ya sabemos donde nacimos (y sobre todo, somos capaces de demostrarlo), podremos conseguir el siguiente de los documentos necesarios, que no es ni más ni menos que el Certificado de Capacitación Matrimonial, también conocido como Certificado de Soltería (Ehefähigkeitszeugnis) el cual demuestra que estamos solteros y que podemos casarnos. Hay que tener en cuenta que para poder conseguir este certificado será necesario aportar documentación de las dos personas que contraen matrimonio y en caso de llevar viviendo en Alemania menos de dos años, presentarse con un testigo que puede ser cualquier familiar, amigo o desconocido al que convenzamos para acompañarnos a cambio de invitarle a un par de cervezas luego. En concreto tendremos que presentar los siguientes documentos relativos a los DOS contrayentes:

  • Pasaportes
  • Certificados de Nacimiento
  • Certificados de Empadronamiento Alemanes (Aufenthaltsbescheinigung / Erweiterte Meldebescheinigung) los cuales podremos conseguir en el ayuntamiento o Kreisverwaltungsreferat (KVR)
  • Si durante los últimos dos años has vivido en España, necesitarás certificados de empadronamiento de todas las ciudades en las que has vivido durante dicho periodo.
  • En caso de ser divorciado habrá que presentar el Certificado de Matrimonio con la correspondiente inscripción marginal de disolución del mismo.
  • En caso de estar viudo habrá que presentar el Certificado de Defunción y el Certificado de Matrimonio o libro de familia.
  • Si alguno de los contrayentes no es español, deberá aportar un Certificado de Soltería expedido por su país. En caso de que el país de origen no contemple dicho certificado, habrá que presentar algún tipo de documento donde conste el estado civil. Los Alemanes no necesitan presentar este documento en el consulado.

Tal y como he comentado en el punto anterior, un dato a tener en cuenta es que todos los certificados indicados habrá que presentarlos en su versión Plurilingüe para el caso del contrayente que no sea de nacionalidad española pero cuyo país pertenece al CIEC, o traducido al alemán de forma jurada y apostillada, en caso de no ser español y no pertenecer a ningún país firmante del CIEC.

Una vez entregado todo, nuestro Certificado de Capacitación Matrimonial llegará a nuestro domicilio mediante correo postal transcurridas unas 4 semanas desde la fecha de presentación de la  solicitud.

Concertando una cita

Bien, ya tenemos todos los documentos necesarios, así que tendremos que llamar por teléfono al Heiratsbüro y concertar una cita para poder entregar toda la documentación. El tiempo habitual de espera para dicha cita ronda entre las dos y tres semanas.

Entregando los papeles

Si a estas alturas no os habéis rendido, habrá llegado el momento de entregar toda la documentación en el Standesamt, y que es ni más ni menos que la siguiente:

  • Pasaportes
  • Certificados de Nacimiento Internacional o Plurilingüe (o traducido de forma jurada al alemán y apostillado, según nacionalidad)
  • Certificados de soltería

Una vez entregado todo, el funcionario nos explicará nuestro derecho a cambiarnos el nombre en caso de quererlo y pasará a acordar con vosotros el lugar, día y hora del evento. Dependiendo de vuestro lugar de residencia tendréis más opciones o menos, así que habrá que elegir el que mejor os venga, teniendo en cuenta eso si que algunos implicarán un coste extra (y que puede ser bastante generoso) así que cuidado con este punto. Por último tan solo queda pagar las tasas correspondientes, que son de unos 100€ por todo el trámite y además unos 10€ por cada copia del certificado de matrimonio que queramos llevarnos, ya sea en alemán o plurilingüe. Además, si os interesa tener el libro de familia alemán (Stammbuch) obviamente tendréis que pagarlo aparte, y os costará unos 35€

Y llegó el día….

Pues si, aunque parezca increíble, el día de la boda acabará llegando y os tocará dirigiros al «altar» con paso firme y decidido. Una vez allí deberéis entregar vuestros pasaportes a un funcionario que os explicará rápidamente como discurrirá la ceremonia, en cuanto a los discursos, peticiones, entregas de anillos, etc. Por último entraréis en la sala destinada a las bodas donde tendrá lugar la bonita pero rápida ceremonia (unos 10 minutos), durante la cual os preguntarán unas cuantas cosas (cuidado con lo que contestáis, que a algunas habrá que decir «Ja!» y a otras «Nein!») y que finalizará con un «ya sois marido y mujer» y un beso de película. Un último apunte, en las bodas alemanas no son necesarios los testigos, aunque si os hace ilusión podéis llevarlos.

Tras la boda

¿Os pensabais que eso era todo? pues no, estáis en Alemania, y el papeleo y burocracia no acaba jamás. Es cierto que os habéis casado, tenéis incluso un papel que lo demuestra, pero si queréis disfrutar de los beneficios fiscales que aporta el matrimonio deberéis registrar vuestro nuevo estado civil en el Kreisverwaltungsreferat (KVR).

Y eso no es todo, también deberéis informar al estado español de vuestro matrimonio, así que de nuevo tendréis que ir al consulado a hacer entrega de la siguiente documentación:

  • Fotocopia del pasaporte
  • Certificado de matrimonio ORIGINAL
  • Formulario de inscripción del matrimonio en un registro civil que os proporcionarán en el consulado
  • Dinero para sellos

Al cabo de unas semanas recibiréis en casa mediante correo postal vuestro certificado de matrimonio original y el libro de familia español. Ya no hay vuelta atrás.

Los impuestos

Una de las ventajas de casarse es la posibilidad de pagar menos impuestos en determinadas situaciones, como por ejemplo cuando uno de los dos miembros de la pareja recibe un sueldo sustancialmente diferente al del otro miembro o directamente no trabaja. En este caso, tal y como expliqué en el artículo «La nómina alemana», podemos cambiar nuestra clase de impuestos (Steuerklasse) de forma que la persona que más cobra tenga la clase III y la que cobre menos tenga la clase V, ya que con la primera se paga un porcentaje menor de impuestos y con la segunda un porcentaje mayor, haciendo que la combinación de ambas resulte en un ahorro económico (de media unos 200/300€ más al mes, depende obviamente de los sueldos particulares de cada uno).

¿Bienes gananciales o separación de bienes?

Probablemente esto os suene a todos, en España cuando te casas puedes elegir entre varias «modalidades» de matrimonio, que básicamente hacen referencia a como se reparten los bienes en caso de que la pareja se divorcie. En Alemania también existen varias formas de casarse, así que voy a pasar a explicarlas:

  • Comunidad de ganancias. Este es el régimen de matrimonio por defecto cuando os casáis. En él se establece que cada una de las partes mantiene su potestad sobre el patrimonio que posea en el momento de casarse. En este patrimonio personal también se incluyen posibles bienes patrimoniales adquiridos por herencia, aunque sea con posterioridad al matrimonio. En caso de que ambas partes quieran poner fin al matrimonio, se hará un cálculo del incremento de patrimonio que ha tenido lugar desde la formalización del matrimonio, para en caso de que una de las partes sea perjudicada, se compense; buscando que el incremento de patrimonio sea igual para ambas partes.
  • Separación de bienes. En este caso, si sobreviene el divorcio, no se igualará el patrimonio de ambas partes según el incremento del mismo, así que si una de las partes se ha «enriquecido» mucho más que la otra, no habrá ningún tipo de compensación ni equilibrio de patrimonio.
  • Plena comunidad de bienes. Con esta fórmula, todos el patrimonio inicial de ambas partes pasa a ser considerado como incremento del patrimonio, por lo cual, en caso de divorcio, se tendrá en cuenta su valor para hacer la distribución equitativa del mismo; es decir, que los bienes anteriores al matrimonio (como por ejemplo una vivienda), tendrá la misma consideración que si se hubiera adquirido con posterioridad al matrimonio, por lo que en caso de divorcio habrá que «dividirla» entre las dos partes. Aun así existe la posibilidad, con acuerdo de las dos partes, de declarar un bien como «reservado» a uno de los cónyuges, por lo que no se consideraría como un bien ganancial.
  • Régimen económico matrimonial Franco-Germano. Cuando uno de los cónyuges es francés o reside en Francia, es posible acogerse a esta fórmula de matrimonio, que se trata básicamente de una separación de bienes pero que posee unas medidas compensatorias obligatorias en caso de divorcio.

¡Vivan los novios!